miércoles, 1 de agosto de 2012

La visión de los maestros sobre el diseño de información deportiva (1)

En los manuales sobre diseño de la información que se manejaban a mediados del pasado siglo ya había referencias explícitas a las noticias deportivas. La inmensa mayoría, como se entenderá, basados en el soporte periódico. Nombres como Sutton, García, Arnold y otros dejan constancia en sus obras de capítulos enteros dedicados a la manera de abordar la puesta en página de los eventos deportivos. Muchas están superadas obviamente, pero no dejan de suponer una lección de primer orden para quienes hoy manejan iguales o parecidas premisas en los medios actuales, bien sean impresos o en línea. Nos atrevemos a publicar una serie de estas referencias en la idea de que serán útiles para quienes estén interesados en el tema.
Una de las más antiguas que tenemos es la del maestro Edmund C. Arnold, quien en su obra Tipografía y diagramado para periódicos (página 210 y siguientes, Mergenthaler Linotype Company. Nueva York 1965) abre un capítulo para el diagramado de las páginas deportivas. Lo que viene a continuación es textual del autor. Hay acotaciones nuestras en color rojo.

Conforme se civiliza, el hombre va perdiendo la necesidad de demostrar su hombría cazando bestias feroces o librando duelos a muerte. Sin embargo, sus instintos no han cambiado tanto. Al negársele la oportunidad de ejercer la violencia en forma personal, satisface sus necesidades transfiriendo sus energías y tácticas de combate al campo de los deportes.
La sección deportiva del periódico es el reflejo de un mundo lleno de colorido y de acción y, por lo tanto, su tipografía y su presentación deberán ser igualmente excitantes.
Los directores y cronistas deportivos son por tradición más extravagantes en su redacción que sus colegas del departamento de noticias. Los funcionarios del periódico han permitido mayor libertad en la sección deportiva y los resultados han sido generalmente buenos.
La presentación –al igual que la redacción– de las páginas deportivas es normalmente una octava más alta en su tono que las páginas de noticias. Esto parece apropiado, pero siempre existe el peligro de que las páginas deportivas degeneren en una presentación de circo que vocifera con demasiada estridencia.
Los mismos principios tipográficos de todas las demás páginas son aplicables a las deportivas. En vista del tono más vocinglero de su presentación y sus títulos, es especialmente necesario que se sigan los postulados del buen diseño periodístico.
Los días festivos y los fines de semana traen consigo una inundación de noticias deportivas. El peligro de títulos sobreacumulados se hace más grave y el director deberá vigilar, con mayor celo que el acostumbrado en otras páginas, que ese peligro no se concrete.
Los títulos más negros exigen el uso estudiado de espacio en blanco para evitar que la plana resulte abrumadora.
Generalmente las páginas deportivas llevan logotipos. Todo lo dicho en el capítulo anterior sobre los logotipos en las páginas femeninas se aplica igualmente a los de las páginas deportivas.
Con frecuencia, las páginas deportivas tienen su propio catálogo de títulos. Lo mismo que los catálogos separados para las páginas femeninas, los titulares de la sección deportiva pueden ser de una misma familia, de distinta negrura o contrastar mediante el uso de familias diferentes.
Los tipos Bodoni, Spartan, Menphis y Metro tienen todos los cuerpos negros que armonizan con los titulares usuales de las noticias en esas familias. En sus espesores normales o negros, cualquiera de estos tipos puede servir para acentuar con buenos resultados encabezados de noticias en otras familias.
Desde luego, las páginas deportivas pueden usar el mismo catálogo que las de noticias. En este caso la tendencia es a aumentar un paso el cuerpo del título. Por ejemplo, en los casos en que una noticia de cinco centímetros llevaría una cabeza de 1-8 en las páginas de noticias, se usa una de 1-7 ó 1-6 en las deportivas. [Según explica el propio autor en otra parte del libro, frecuentemente los diarios americanos de esa época utilizaban un sistema de nomenclatura especial para marcar e identificar los títulos. Así, dice Arnold, “el sistema de dos cifras parece ser el más eficaz. En este sistema el primer número representa el ancho de la columna y el segundo el grado relativo de negrura del titular en ese ancho particular. De tal modo, 1-1 marcado en el original indica, por el primer número, que es un título de una columna y, por el segundo, que es del tipo más negro de los que se emplean en tal medida.]
Las fotos desempeñan un importante papel en la página deportiva. Esta importancia aumenta a medida que la televisión amplia sus reportajes deportivos. Actualmente se está desarrollando una interesante teoría psicológica que indica la necesidad de buenas fotos de acción. Se trata de comprobar la opinión de que recordamos la acción continua como una serie de instantáneas. La teoría es que no visualizamos, en un partido de fútbol, por ejemplo, el movimiento del delantero al patear la pelota al arco, sino un momento dramático de esta acción, como el guardavallas al observar la pelota que entra por un rincón de la meta.
De ser cierta esta teoría, los periódicos tienen una buena arma contra la competencia de la televisión, ya que pueden presentar esa fotografía dramática de forma que el lector pueda estudiarla más tiempo y en mayor detalle que lo que le permite la pantalla electrónica.
Aunque no se compruebe la teoría, siempre se necesitan buenas fotos para presentar la información vivida de una competencia deportiva.
Las fotos deportivas deben ser seleccionadas por su excelencia técnica, como ilustración y como fotografía. Es mejor usar una fotografía de acción inconsecuente pero fotográficamente excitante, que una foto mala simplemente porque muestra el gol del triunfo. [Curioso. Muchos dirían lo contrario.]
El jefe de redacción debe evitar el uso de fotografías estáticas, sin movimiento.
Los clisés de una columna son más importantes en la página deportiva que en otras partes del periódico. En las paginas de información general, los retratos sirven principalmente para dar color tipográfico a la plana. Al lector no le importa la fisonomía de un banquero inglés, cuya foto poco o nada comunica. Pero si le interesa la foto de un futbolista, porque le ayuda a reconocerlo la próxima vez que aparezca su equipo en el estadio local.
Sin embargo, ni siquiera las fotos de una columna deben ser estáticas. Pueden ser fotos posadas, pero la pose deberá mostrar o simular una acción. Un jugador de béisbol puede aparecer bateando o un futbolista pateando la pelota. Debe tener cuidado con el fondo para que sea apropiado. Es ridículo mostrar a un deportista ‘en acción’ contra un fondo evidentemente falso.
Si no se pueden conseguir fotos nuevas de acción –si la lluvia ha cancelado el partido de la víspera, por ejemplo– será mejor usar una fotografía tomada unos cuantos días antes que recurrir a fotos posadas.
En este punto, los directores latinoamericanos no pecan tanto como sus colegas norteamericanos. Los jefes de las secciones de deportes de los Estados Unidos gozan exhibiendo a un pitcher de béisbol con una pelota con un número pintado que indica que lleva ganados 14 juegos en el año, en vez de mostrar una foto del juego número 14. A demasiados jefes de sección les gustan también las fotos de jugadores firmando contratos para la siguiente temporada, en lugar de otras que muestran a los jugadores en acción.
Las fotos en secuencia son admirablemente adecuadas para las páginas deportivas. Con ellas se puede hacer frente y hasta superar a la televisión en su propio terreno. La acción deportiva se presta bien para las fotografías en secuencia y el efecto de un juego de estas fotos es mucho mayor que un número igual, o una superficie igual, de fotografías que no tiene relación entre sí.
Las fotos en secuencia deben ir de izquierda a derecha. El movimiento de la vista en esta dirección aumenta la acción de las fotos.
Sin embargo, el director se enfrenta con un problema cuando la acción va de derecha a izquierda. Hay dos formas de manejar estas ilustraciones.
Puede llevar la serie de derecha a izquierda, pero entonces tiene que poner indicaciones para avisarle a la vista que debe ir en dirección opuesta a la normal. Estas indicaciones pueden ser flechas, una para cada foto salvo la última (a la izquierda). Las flechas deben ser tan conspicuas que no puedan pasarse por alto. Preferiblemente deben quedar en la parte superior de las fotos, colocadas de tal forma que no tapen detalles importantes.
Otro sistema es el de llevar la secuencia en forma vertical, una foto debajo de otra. La ventaja de tal colocación es que no exige a la vista que se mueva en reverso. Su inconveniente es que disminuye el efecto de la acción consecutiva.
Jamás debe hacerse pasar una secuencia al otro lado del margen interior para concluirla en la página opuesta. Es probable que el lector haya doblado su periódico para ver una página a la vez y por ello no observe que la acción sigue a través del medianil.
Si la página no tiene anuncios, el jefe puede causar conmoción a sus lectores llevando la secuencia oblicuamente en la página. Esto le da un espacio de unos 55 centímetros, o sea 10 columnas, en vez de las 8 normales. Desde luego que debe dar el tamaño apropiado a las fotos para que su profundidad vaya en incremento de columnas completas.
Aunque la acción de la secuencia se desarrolle de derecha a izquierda, las leyendas deben redactarse de manera que puedan leerse normalmente de izquierda a derecha. Así el lector puede seguir el sentido del acontecimiento en forma lógica y luego examinar las fotos en su orden correcto.
Luís del Ordo hace gol contra el Río Bravo…
…evadiendo la acción defensiva de Arturo Creso…
…después de tomar un pase de su compañero Vitico Davalillo…
…quien había robado la pelota al rival en una escaramuza de mitad de la cancha.
Estos pies, que se siguen uno al otro, son llamados pies continuados. La misma técnica puede usarse con frases sencillas como en el ejemplo anterior o con leyendas comunes, cada una con su propio título.
Cuando el texto continua de un pie al otro, el primer pie debe terminar con puntos suspensivos y el siguiente empezar también con puntos suspensivos:
EL VENCEDOR
Rafael Osuna lanza la raqueta al aire,
jubiloso por su victoria en el torneo
masculino de Wimblendon, lograda con
un tiro certero contra…
EL VENCIDO
… James Conover, que luchó gallardamente
pero cayó en esta posición. El torneo duró
cinco sets y casi cuatro horas. Conover no
sufrió lesiones en esta caída.
La informalidad general de las páginas deportivas así como la naturaleza de las fotos de que se dispone, con frecuencia permiten un recorte eficaz en formas poco comunes. El corte debe seguir el principio de eliminar todas las zonas innecesarias o que distraigan, y no debe hacerse tan sólo para crear una zona atractiva.
Si el jefe prepara el diagrama de la página con cuidado, la inclusión de una foto en forma poco corriente no le creará problemas en el taller. Sin embargo, si se deja que el platinero decida cuál texto va con cuál foto, los resultados pueden ser desagradables.
Cuando se usa una foto en forma irregular, debe dejarse un cícero de espacio en blanco bajo cada segmento del clisé.
Los jefes pueden matar dos pájaros de un tiro describiendo, especialmente con fotos, los llamados deportes menores a raros:
1.     Informan sobre actividades que interesan a muchas personas.
2.     Se protegen contra la monotonía fotográfica.
Existe la tendencia de concentrarse, en palabras y fotos, sobre el deporte principal de la temporada. El lector ve únicamente fotos de fútbol en las páginas deportivas durante semanas enteras. Aún las mejores fotos se vuelven aburridas cuando no se cambia de tema. Por lo tanto, el director deportivo inteligente buscará fotos de otros deportes… aunque sean de ajedrez o de bochas.
Los deportes escolares resultan especialmente interesantes. Los jovencitos son buenos sujetos fotográficos y el jefe sabe que existe gran interés por esos deportes, ya que todo joven jugador tiene padre y madre, cuatro abuelos y gran número de parientes, vecinos y amigos a quienes les agradaría mucho ver que se describen estas actividades, especialmente con la información gráfica.
Los mismos principios aplicables a la presentación tipográfica de la primera plana son también efectivos en la página deportiva.
En ella, más que en muchas portadas, habrá varias noticias de gran importancia que deberán destacarse. Esto es especialmente cierto cuando el fin de semana trae consigo una culminación de las competencias deportivas. Es entonces que resulta más útil la disposición horizontal, ya que permite la exposición destacada de varias noticias sin crear un circo que confunda al lector.
El texto a una y media y dos columnas es especialmente útil en la página deportiva.
[...]
El público lector de las páginas deportivas es muy elevado, y como aumenta sin cesar la cantidad de espectadores y de personas que practican deporte, podemos anticipar que el número de lectores subirá continuamente. Sin embargo, queremos algo más que simples lectores de las páginas deportivas. Queremos usar la popularidad de éstas para ayudar a elevar el número de lectores de las otras páginas.
Por lo tanto, la sección deportiva debe ir hacia la parte final del periódico con la esperanza de que el aficionado quedará expuesto a las noticias generales mientras busca la crónica deportiva.
Muchos directores creen que las páginas deportivas no deben ser demasiado accesibles. Si el lector sabe que la antepenúltima página es invariablemente la dedicada a los deportes, volteará la última para ver las noticias que le interesan e ignorará el resto del periódico. Por lo tanto, esos directores insisten en que el aficionado debe ser obligado a buscar la sección de deportes un poco más.
Algunos tabloides usan la última página como cartelera de noticias deportivas. El estilo tipográfico del tabloide se discutirá en detalle en el siguiente capítulo, pero queremos hacer notar aquí que ésta es la única ocasión justificada para pedir al lector que retroceda en el periódico. Las llamativas fotos de la última página y los encabezados negros se usan para enviar al lector hacia adentro del periódico, en donde está el resto de la información deportiva, que ha tenido que insertarse en páginas interiores.
Por tradición, los directores de periódicos han dado libertad poco común a los jefes y redactores de las secciones de deportes. Como resultado, se han producido páginas son inhibiciones y llenas de colorido. Pero con frecuencia ha habido un efecto paralelo muy malo. En algunos casos se ha abusado de esta libertad y se ha confundido al lector con arreglos extravagantes. La escritura se ha vuelto una forma de dialecto y muchas veces se ha llegado a ignorar los fundamentos del buen periodismo. (He visto un sinnúmero de reseñas que hasta olvidaban el detalle más importante: ¿Quién ganó el partido?).
El director debe tomar medidas constantemente para sostener la alta calidad de la sección deportiva y tiene que vigilar que la misma no se vuelva demasiado individualista. Debe ser atractiva, llena de colorido y vida, pero debe mantenerse también un aire de familia inconfundible entre las páginas deportivas y el resto del periódico.
Una buena página deportiva –y especialmente su presentación tipográfica– debe tener la marca de todo arte creativo: la disciplina. Una buena página deportiva debe ser tan libre e indómita como un pájaro en vuelo, pero se la debe tener siempre hábilmente bajo control, como si fuera un avión supersónico.

No hay comentarios:

Publicar un comentario